Cuando las palabras sobrevuelan nuestros sentidos

Cuando las palabras sobrevuelan nuestros sentidos...

Reunidos alrededor de las palabras y unidos por la amistad, los Premios Matute de Relato Corto Literatura Libre nos empujan a participar en la creación de cosas bonitas, a compartir momentos especiales y a reconocer que la palabra escrita, como la hablada, nos ayuda a ser mejores personas y mejores compañeros de viaje.

domingo, 24 de octubre de 2021

Soria nos reencontró y ¡nos enamoró!

Acabamos la XIV Edición de los Premios Matute -después del indeseable paréntesis- que tuvo el mejor de los escenarios imaginados para el reencuentro en la alegría, la complicidad, la cultura, la amistad, la literatura, la naturaleza... Soria nos abrió sus paisajes, su aire, su otoño y su historia para hacernos sentir, una vez más, que somos parte de una aventura maravillosa.

Recordaremos los versos recitados ante el olmo seco y la subida al parque del castillo de Soria; la visita del "senado romano" al pueblo de Numancia, al que le rindió un sonoro y afectuoso homenaje por su bravura y valentía; los paseos por Valonsadero adivinando en sus abrigos las pinturas que dejaron, hace miles de años, los que por allí pasaron; las riberas del Duero y la subida a San Saturio, con una luz otoñal y unos colores que casi aturdían, de tan bellos; las vistas casi nocturnas desde el parque del Mirón, con el relieve acerado de Leonor y Antonio Machado mirando hacia el río; el delirante "photocall" sobre las letras de madera que identifican esta increíble tierra en el Alto de la Dehesa; y el coro improvisado para cantar, al alimón, las letras del Vals de Matute, que con tanto esmero ha elaborado nuestro inefable poeta Andrés.

Y, sobre todas las cosas, nos llevamos un mágico recuerdo del pequeño pueblo de Matute de la Sierra, donde Eduardo y su familia regentan la fantástica Casona de Santa Coloma,... allí comimos, hablamos, reímos, bailamos, descansamos y disfrutamos de una magnífica estancia. ¡Gracias por hacerlo posible!

Esta crónica quedaría incompleta sin declarar nuestra gratitud y eterna deuda con Juan, soriano ilustre que, repleto de generosidad, compartió sus recuerdos y nos guio por su tierra, de la mano de sus vivencias. ¡Qué delicia y qué regalo nos hizo! Un tesoro. Como lo fue la formidable labor de Viqui, coordinando y organizando las idas y venidas de este grupo loco, plural y libre, ¡matutero hasta la médula! Gracias, gracias, gracias… 

Salimos del camino a Soria y nos dirigimos ya hacia la XV Edición, que empezó justo cuando nos abrazamos en la despedida, anhelando el futuro reencuentro.

El vídeo de recuerdo de esta Edición, aquí:

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